Carácter, determinación y tenacidad, tres adjetivos que no bastan para describir a una mujer que desde niña eligió el camino que deseaba transitar en la vida y que gracias a su talento ha logrado conquistarlo, llegando a parajes insospechados, incluso por sus propios padres.
Ella es Magda Alejandra Camarena Meza, una talentosísima mujer oriunda de la capital nayarita, artística escénica, creadora, promotora y ferviente promotora cultural. Expresiva y soñadora dama, orgullosa de sus raíces.
El lunes de la semana pasada conversamos con ella. Té helado para ella. Té de los Siete Azhares para el reportero. Cita no pactada; más bien improvisada.
La inteligencia y sencillez de Alejandra son insoslayables. A veces fija su vista hacia el horizonte, presa tal vez del melancolismo. Habla fluido y es capaz de abordar cualquier tema. Se adapta a la conversación fácilmente. Celebra gracejos a carcajadas.
La mayor de los hijos procreados por el matrimonio que conforman el doctor Arturo Camarena y la señora Cristina Meza, Alejandra realizó sus estudios elementales en la escuela primaria Miguel Alemán. Su certificado de secundaria lo obtuvo de la ETI I y concluyó su bachillerato en la Prepa 13.
Fue en la compañía de Teatro de Nayarit dirigida en ese entonces por el bien recordado Maestro Rodolfo Amezcua del Río con quien inició su carrera profesional en las artes escénicas. Pero antes aprendió inglés y francés en una de las academias más prestigiadas de la ciudad de Guadalajara.
Después de cuatro años de permanencia en la referida compañía teatral, decidió marcharse al Distrito Federal para inscribirse en el Foro de la Rivera, donde estudió actuación, dirección escénica, dramaturgia, guión de cine y literatura; todo ello bajo las enseñanzas de reconocidos profesores, como el Polaco Ludwik Margules y el Cubano Eliseo Diego.
Magda Alejandra estudió también antropología teatral – entrenamiento corporal que implica el estudio del comportamiento pre-expresivo del ser humano en cualquier situación de representación, tanto actores como bailarines, siempre pensando al teatro en una dimensión transcultural -.
De tez blanca, espigada de estatura, Alejandra es además licenciada en artes escénicas por la Universidad de Guadalajara. Periodista cultural.
Su carrera, digamos, la inició a los 18 años y ya tuvo la fortuna de conocer Marruecos y España, a donde viajó para asistir a “Expo Sevilla 92” actuando en la obra teatral “Tenochtitlán 30-38”, de la Bajacaliforniana Bianca Santana.
Magda Alejandra, se insiste, ama a Nayarit, más aún a sus raíces; pero durante trece años se estableció en Michoacán, cuyo estado le abrió las puertas para el desarrollo de su carrera profesional. Ahora se encuentra en Nayarit, promoviendo sus obras, apoyando a los talentos y difundiendo la cultura por medio de las artes escénicas
Ella es creadora del proyecto “María Sabina, Mujer de raíces soy”, basada en la investigación de campo y en la teoría y práctica de la antropología teatral, Trabajo de búsqueda personal fundamentado en la memoria e identidad, siendo el tema de lo sagrado ancestral femenino en torno a María Sabina y la cultura mazateca.
El proyecto actual de Alejandra Camarena se llama “La Llama triple”- una fusión de artistas de diferentes disciplinas, como Rocío Jiménez y Marcos Herrera – guitarrista nayarita con el que prevemos conversar próximamente –, obra escénica que surge de la inspiración del libro “La Llama doble” de Octavio Paz y en donde se mezcla la danza, el teatro, la música y video para hacer una exploración del erotismo y el amor.
No hace mucho tiempo, en el Teatro Miguel Alemán de la capital Nayarita, Alejandra presentó “Casandra iluminada”, original de Noemí Frenkel y adaptada por ella misma, es decir por Alejandra y cuya dirección coreográfica corrió a cargo de su hermana Hilda Camarena.
La alegría y espontaneidad que Alejandra Camarena desborda, logra transmitirla cada vez que habla de su carrera, una profesión que la llena de orgullo y en la que ha empleado toda su fuerza de voluntad para ir escalando peldaños.
Dice que ella no está atraída por la parte competitiva de su carrera, sino que solo está siguiendo su corazón y persiguiendo lo que ama… una mujer que derrocha talento, ¡Orgullosa de sus raíces!
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