Había cumplido apenas los tres años de edad cuando Guillermo Maldonado Rodríguez partió de Ahuacatlán – su tierra natal – hacia los Estados Unidos.
Fue éste un cambio radical. Sus padres habían decidido marchar al vecino país en busca de un mejor futuro. Empacaron ropa y artículos personales indispensables y partieron fijando su vista en un mejor porvenir.
Guillermo es el segundo de tres hijos procreados por el matrimonio que conforman Guillermo Maldonado y María Rodríguez, ambos nativos también de Ahuacatlán y pertenecientes a dos respetables familias.
Joven, correoso, metódico y disciplinario, Guillermo Maldonado Rodríguez desde que era un adolescente empezó a practicar el deporte. Primero incursionó en el atletismo, como maratonista, pero también abrazó la natación y el ciclismo de montaña, ganando múltiples carreras, trofeos y competencias, ya sea en triatlones, carreras, etc…
Y es que, Guillermo siempre ha sido tesonero. Asume las disciplinas con denodada pasión y enfrenta los retos pensando en el triunfo, ¡Nunca en fracasar!
Ha sido, en resumidas cuentas, un deportista sobresaliente, un férreo y persistente competidor. Sigue corriendo, sigue nadando, sigue practicando el ciclismo de montaña; pero por ahora hay una disciplina que lo ha hecho destacar por encima de las demás: El boxeo.
Y efectivamente, al cumplir los 20 años, Guillermo incursionó en el boxeo. Tal vez como diversión o pasatiempo, pero decidió inscribirse en un establo y buscó a un mánager que le eneñara a defenderse y a utilizar los puños. Se puso los guantes y así empezó a medirse a otros prospectos.
Después de unas semanas – ya como boxeador amateur – aceptó pelear con un pugilista, pero no le fue nada bien. Perdió el combate. Vino luego una segunda pelea y también fue derrotado…
A partir de entonces Guillermo se empleó a fondo y, con esfuerzo y determinación empezó a cosechar triunfos. Mandó a la lona a muchos rivales y pronto apareció en las carteleras.
El sacrificio inicial rindió frutos, pues meses después acumuló seis campeonatos de guantes de oro; tres en el estado de Washington, dos en Oregon y uno más en Nevada.
Sus triunfos lo colocaron como un excelente prospecto para las olimpiadas, pero por ahí se atravesaron algunos asuntos de tipo burocrático y eso impidió su participación. Enviaron a un boxeador morenito que Guillermo había vencido semanas atrás en un torneo nacional y que sirve para elegir a los mejores boxeadores del país.
Como boxeador amateur, Guillermo sostuvo alrededor de 50 peleas, y apenas el pasado mes de abril se convirtió en pugilista profesional.
En su debut obtuvo un rotundo triunfo. El referee le alzó las manos en señal de victoria, situación que llena de orgullo no solo a sus padres y demás familiares, sino también a los ahuacatlenses, quienes ven en él a un pugilista exitoso.
En el mundo Del boxeo a nuestro paisano se le conoce como “Memo, la locomotora Maldonado”.
Su nombre suena cada vez más, sobre todo en aquellos estados de la Unión Americana, más aún en California, Washington, Oregon y Nevada. Vienen más peleas y Guillermo se sigue preparando como siempre: Con pasión, con esmero y con sumo profesionalismo.
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