ZONA SUR. – Martes 21 de marzo; sol quemante, día de mucho calor. Quince ó 16 horas después de haber recibido el equinoccio de la primavera. Una fecha importantísima para los mexicanos. Sólo un poco de tiempo para rendirle homenaje al humilde oaxaqueño que nació hace dos siglos más once años, en Guelatao: don Benito Juárez, el famoso “Benemérito de las Américas”.
Y así, como ocurre cada año, los Ayuntamientos de Ahuacatlán, Jala e Ixtlán, conjuntamente con las escuelas de todos los niveles educativos, dieron fe de su patriotismo al conmemorar este martes justamente 211 años del nacimiento de aquel humilde indito que cuidaba ovejas, pero que a base de tesón, inteligencia y lealtad, llegó a ser presidente de México en la segunda mitad del Siglo XIX.
Los monumentos que se erigen en su honor lucieron pulcros, limpios. Y ahí, al pie de la imagen de Juárez, los oradores oficiales resaltaron los pasos ascendentes que desde su niñez caracterizaron al creador de la frase: “entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”.
En los actos, efectuados de manera simultánea, e intercalados por algunas poesías y cantos alusivos a la fecha, los disertantes coincidieron en señalar que las enseñanzas de Juárez están más vigentes que nunca; y al rendirle tributo a su memoria, nuestros gobiernos recrean su herencia y piden a las nuevas generaciones de mexicanos que se adentren en el estudio de su época, para lograr entender y superar los conflictos del presente.
Así mismo, dijeron que solo los descastados, los desleales y los traidores, podrán apostar a las catástrofes sin ver hacia el futuro, como en su tiempo lo hizo el Benemérito de las Américas.
Los tres actos, repetimos, fueron desarrollados de forma simultánea, y tanto Chuyín Bernal, como Mario Villarreal y Pepe Alvarado – presidentes municipales de Ahuacatlán, Jala e Ixtlán del Río, respectivamente –, junto regidores, cumplieron satisfactoriamente con este acto conmemorativo del CCXI aniversario del Natalicio de don Benito Juárez.
Al final fueron depositadas vistosas ofrendas y arreglos florales, culminando con ello el protocolo.
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