Ahuacatlán, Oct. 03.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- Negra bragada, despitorrada, la primera vaquilla brincó el cajón, furiosa y tratando de embestir a todo aquel que osaba atravesarse a su paso. Azuzándola, un aficionado corrió hacia el acceso principal de la unidad deportiva, perseguido por la ternera. “¡Aguaaaaass!”, se escuchó gritar a Miguel Hernández. Los espectadores corrieron en distintas direcciones tratando de ponerse a salvo.
Así empezó la “Ahuacatlanada 2010”, con el entusiasmo del año anterior, y quizás hasta mejor. Dos o tres vaquillas de casta, y cuatro bravos toretes pertenecientes a alguna ganadería de la región conformaron el cuajo para este emocionante festejo taurino que atinadamente organizó el comité de la feria de Ahuacatlán, Octubre 2010.
La calle Rey Nayar de la Unidad Deportiva fue cerrada a la circulación, mientras que en las embocaduras fueron colocados cercos de acero para proteger a los aficionados.
La Ahuacatlanada 2010 fue un “hitazo”, es decir, un éxito en toda la extensión de la palabra. Casi una centena de jóvenes “hicieron punta” en este festejo. Corriendo, gritando, agitando sus camisas, sus vísceras, citando a las vaquillas, desafiantes. Pases de pecho descompuestos, ¡pero provistos de mucho entusiasmo!
No fueron pocos los que captaron las incidencias de éste festejo, ya sea con sus celulares o con cámaras fotográficas y de vídeo, “¡Órale, bájate de ahí para que la torees!”, le gritó alguien a “Chuy” Carrillo, quien captó sus imágenes trepado en una camioneta arrumbada, en la esquina noreste de la unidad deportiva.
Julio Plazola tampoco perdió detalles de esta ahuacatlanada. Gritos y chiflidos; todo mundo atento, observando a las vaquillas y a los improvisados “toreros” que corrían en tumulto, en un viernes de colorido, de ambiente taurino y lleno de adrenalina.
Al final, los aficionados a la fiesta brava se concentraron en la plaza de toros portátil que se instaló en la unidad deportiva. Los tendidos prácticamente se llenaron para ver a los espontáneos. Ahí se efectuó después un jaripeo baile que “pegó con tubo”, en lo que sería el preámbulo de las corridas del 03 y 04 de octubre.
El saldo final fue de una persona lesionada que sufrió una herida en la ingle derecha tras ser embestido por una vaquilla y el cual tuvo que ser trasladado a la Cruz Roja para su atención médica.
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