IXTLÁN DEL RÍO. – El sol a punto estaba de ocultarse cuando José escuchó unas campanadas. Observó su reloj y dijo para sus adentros: “¡Chin!, ya son las seis. ¡Me voy a echar un baño a la carrerita!”.
Y bueno, aunque con un poco de frío, el buen José se despojó de su ropa y se dio una ducha. Luego se encascó su pantalón vaquero y su camisa a cuadros. Casi enseguida se colocó sus botines y se encaminó a la sala para “descolgar” su guitarra.
Después empezó a arpegiar. “La primera está muy alta”, señaló para sí, refiriéndose a la primera cuerda de la guitarra. Pero en un “dos por tres” afinó su instrumento y, con su bien timbrada voz, entonó una melodía, mientras evocaba la imagen de Santa Cecilia, patrona de los músicos.
Poco después de las 7:00 de la noche, junto con su esposa dirigió sus pasos hacia la plaza principal; esto es para sumarse a sus colegas músicos que se concentraron en el mismo sitio a fin de participar en una alegre serenata en honor a Santa Cecilia.
Para entonces, los organizadores del festejo, “ya tenían todo listo para iniciar la fiesta: Luces, sonido, y en fin. De hecho, desde muy temprano se instaló un gigantesco templete sobre el lado oriente de la plaza Eulogio Parra. “¡La bocina!, ¡La bocina!”, se escuchó decir a alguien por ahí. Se hicieron las “pruebas”, se afinaron detalles ¡y listo!; pero cuando se detallaban las acciones de logística uno de los organizadores del evento sufrió una caída ocasionándose a sí mismo una herida en la cabeza, aunque pronto fue atendido.
Y bueno, a pesar del frío, el festejo congregó a decenas de personas; y así, sentados en los verdes prados, en las guarniciones de concreto o en las bancas metálicas, los asistentes, durante varias seis horas pudieron deleitarse con las melodías de los grupos musicales más activos del municipio.
Los dirigentes de los filarmónicos desde días antes se dieron a la tarea de organizar estos festejos girando la invitación a las distintas agrupaciones musicales, sin importar su género. Un festejo que, a decir de muchos, fue más participativo que en años anteriores; pero en la víspera y como ocurre cada año, “sacaron” a Santa Cecilia de su aposento para conducirla al Templo de Santiago Apóstol. Ayer le entonaron las mañanitas, hubo misa y finalmente la serenata.
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