Aunque no sean meramente mexicanos, los árboles de navidad son una tradición ampliamente difundida y aceptada como símbolo de la Navidad en nuestro país y cada año decenas de miles de hogares son decorados con árboles naturales y artificiales confeccionados principalmente con plástico.
Al principio podría parecer que un árbol de plástico sea la mejor opción si hablamos en términos ecológicos y de sustentabilidad, pero en el artículo Real Christmas Trees Or Fake Ones — Which Are Better For The Planet? plantean una serie de factores a considerar y que en algunas ocasiones nos harán cuestionarnos si en verdad usar árboles artificiales es verdaderamente tan amigable con el medio ambiente como pensamos que es.
El artículo empieza por cuantificar que tomaría entre 9 o incluso más de 20 años de usar una y otra vez el mismo arbolito de navidad artificial de PVC, sin contar los riesgos para la salud y para el medio ambiente aún cuando el polietileno (otro material con el que se acostumbra fabricarlos) sea una “mejor” opción al ser menos tóxica.
Curiosamente, otro de los puntos a considerar es la procedencia, al comprar productos importados la huella de carbono se dispara al requerir mucha más distancia que recorrer y el consecuente consumo de combustible, elevando el impacto ambiental. En este caso en particular no hay mucha distinción si se trata de un árbol falso o real siendo la única recomendación consumir lo local o lo más cercano posible.
El artículo también menciona la existencia de invernaderos que se dedican a “criar” este tipo de vegetación y que después de concluido su periodo de vida, se pueden compostar o reciclar (algo que con uno artificial claramente no se podría hacer).
Discussion about this post