REPORT-ARCE
La convocatoria lleva el logo de un viejo reloj de bolsillo que se sostiene con una cadena de oro en la presilla del pantalón. Evoca añoranza y el color café es como el de las fotografías de familia, las de antaño, los ojos aquellos que nos causan emociones pidiéndole al tiempo que vuelva.
En esa mañana del viernes 2 de diciembre, se nombra el comité emanado de ciudadanos que, en colectividad con los representantes del Ayuntamiento, serán los organizadores, los que convocarán a esta Cruzada, los que buscarán informar y entusiasmar a la población para que participe en esta recolección de material, de lo que somos y estamos hechos en este momento histórico, en un efímero año 2017, que queremos rescatar y conservar como memoria colectiva.
En democracia se nombra al profesor y escritor Rigoberto Guzmán Arce como presidente; el profesor Juan Ledesma López como vicepresidente; licenciada Anabel Jiménez Murillo, secretaria; tesorero el profesor José José Álvarez Rodrìguez. Los vocales el profesor José Luis Langurén Hernández, el profesor Fidencio Mojarro González, doctor Jorge Antonio Tovar Parra y Pablo Anzaldo Camacho. Quienes en un acto simbólico el presidente Pepe Alvarado les tomó la protesta frente a la responsabilidad, el honor y el deber como ciudadanos comprometidos con la historia.
Prometimos cumplir la encomienda de esta generación cuando en un abrir y cerrar de ojos ya estamos casi cubriendo el segundo decenio, el siglo veintiuno y el tercer milenio. La velocidad del tiempo, sus fragores y sus huellas en nuestro paso gigante y pequeño, un grito y un suspiro en este planeta bello, a pesar de los pesares teniendo aliento en este rincón nostálgico de nuestra ciudad en su valle y rodeado de dos ríos, nuestra pequeña y bendecida Mesopotamia.
Lo hacemos por nuestros ascendientes, los bisabuelos, los abuelos y padres que germinan en la tierra sus sueños y vendrán los hijos, los nietos, bisnietos esperanzados por respirar los vientos del sur y contemplarán esta misma luna de nosotros, sus noches y sus amaneceres de palomas y campanarios.
Ixtlán de los portales, sus callejones, los barrios y sus polvos, el barro místico, la estación del ferrocarril, los puentes de piedras y sembradíos, aquellos trapiches y mesones; la colina de Santa Catalina, los antiguos faroles, el sereno y el color de sepia de sus casas y sus calles entre oscuridades y luces artificiales.
En esto pensábamos cuando sostuvimos firmes los brazos extendidos. Reconocemos que la tarea será complicada porque debemos de pensar más allá de los teñidos partidistas que en ocasiones frenan el encuentro fraternal, pero creemos que unidos, organizados y convencidos del llamado de nuestra patria chica, podemos ser el detonante de este acto cumbre que nos identifica como comunidad que tuvimos origen y tendremos destino…continúa mañana.
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