A temprana hora los miembros del Consejo Municipal Electoral (CME) arribaron a las oficinas teniendo presente la ardua labor que les esperaba. Los representantes de la Coalición Por el Bien de Nayarit intentarían revertir los resultados que arrojaron el escrutinio y el cómputo de votos en la jornada del seis de julio. Los del PAN defenderían a capa y espada cada sufragio.
La sesión inició puntual. Eran las 8:00 horas cuando se dio comienzo el cotejo de las actas para diputado. La jornada se antojaba para largas horas. A las afueras simpatizantes del PRI y del PAN se apostaron en la banqueta. Pasado el rato llegaron las sillas. Más gente. Por la tarde las especulaciones, chungas y malas caras. Un relajo.
Los consejeros tuvieron que detener varias veces la sesión para tomar un descanso. A las 14:00 horas concluyó el escrutinio y el cómputo de los votos para diputado. Seguía lo más difícil.
Las partes en disputa accedieron a dividirse el trabajo. Dos mesas con consejeros y sendos representantes de cada partido. Se tenían que contar todos los votos, casilla por casilla. Se endurecieron los rostros. Sobre todo entre los representantes de la Coalición y el PAN.
Se discutieron criterios para la anulación o validación. O se ceñían a la formalidad que se delinean en el formato de las boletas, o a la intención del votante, quien muchas veces no expresa su voluntad con la claridad deseada.
Para las 19:30 horas ya se habían anulado dos votos en base a la formalidad; uno del PAN y otro del PRI. El murmullo de la gente desde el exterior se introducía al recinto del consejo cada vez más abrasador y desgastante, al menos para quienes trabajaban en determinar al ganador.
[flickr_set id=»72157645192984969″]
Discussion about this post