IXTLÁN DEL RÍO
En franco desafío al contagio, pero aprovechando esta pausa de la cuarentena, cientos de ixtlenses y ciudadanos que radican en los pueblos vecinos, salieron a las calles mostrando una escena de contrastes: gentes con cubrebocas y guardando la sana distancia, y otros sin tomar las debidas precauciones.
Los comercios que llevaban ya algunas semanas cerrados, reabrieron sus puertas para enfrentarse a una realidad diferente a la de antes de que apareciera la pandemia, manteniendo la cautela y temerosos a algún posible contagio.
Ixtlán, como es del conocimiento, es una ciudad con mucho comercio, tiendas departamentales, instituciones bancarias, fruterías muy surtidas, establecimientos de distintos giros y organismos de servicios de diversas empresas, etcétera; es decir, una localidad donde confluyen gentes de aquí, de allá y de más allá.
Por eso es que, en esta primera jornada de la nueva normalidad en el comercio local, se observó a mucha gente no solo de Ixtlán, sino también de Ahuacatlán y de Jala, así como de Amatlán de Cañas y de los poblados vecinos.
Miedo e incertidumbre se apreció en los rostros de muchas personas; pero otras se mostraron relajados, gustosos y hasta pudiera decirse que indiferentes ante la pandemia, sin temor a algún contagio, sin cubrebocas y repegados a otras gentes. Cambiaron a “susana-distancia” por el “susano desmadre”.
Fue la de este lunes 01 de junio una jornada de expectativas y mayor movimiento de personas respecto a las semanas próximas anteriores. Hubo diversas situaciones y variados niveles de ventas; pero en lo general y pese a que los casos de Covid 19 han ido en aumento, el comportamiento de la gente fue bueno; la mayoría con el respeto de las medidas de higiene y precauciones para evitar los contagios.
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