IXTLÁN DEL RÍO.- Para este año se espera que Ixtlán llegue a tener 25 mil 371 habitantes (Fuente: CONAPO), mil 574 personas más que en 2010.
Que una ciudad de estas dimensiones demográficas pueda contar con una decena de instituciones de crédito (SOFI Amatlán, Bancomer, Banco Azteca, Banamex, Coppel, Caja Popular Mexicana, Santander, HSBC, Banorte, Coincidir) y grandes tiendas departamentales como Soriana, Aurrerá, Electra y Coppel, ya es un factor relevante de desarrollo económico.
Sin embargo, una gran cantidad de ciudadanos no está conforme. No les basta tener el Hospital Integral Comunitario más importante de la región, que cuenta con servicios especializados; poder realizarse exámenes clínicos en tres diferentes laboratorios, o comprar medicamentos a cualquier hora del día en Farmacias Guadalajara, o próximamente en Sufacen, entre otras farmacias con más raigambre en la localidad…
La inconformidad de los ixtlenses tiene que ver con el gobierno municipal. Ese aparato que pareciera ser el eje de toda esta dinámica social, que hace que cada día, desde temprana hora, haya una circulación de autos, taxis y autobuses – desde “Las Ollas”, hasta el Ómnibus de México – llevando de un lugar a otro a cientos de personas; sea para salir, sea para llegar a surtir mercancías o realizar algún trámite.
La gente está cansada de una presunta injerencia desde Tepic, y más particularmente desde la CONAGUA, para que se emitan exhortos, recomendaciones o inclusive gestiones que en algunos casos benefician al pueblo.
“¿Que no habrá en Ixtlán personas con capacidad para desempeñar funciones de gobierno como lo ha habido en otras administraciones?”, apuntan.
En la capital de la zona sur, hay fruterías que a diario se surten de la Central de Abastos de Guadalajara, boutiques que ya han ganado fama por su buen gusto en prendas de vestir, tiendas de ropa para todo tipo de personas, zapaterías con artículos de diferentes precios y modelos, centros de recreación, gimnasios, una gran unidad deportiva, escuelas para todos los niveles y una diversidad de carreras y oficios, ya públicas o particulares.
Con todo, la gente no está dispuesta a pagar más contribuciones para mejorar los servicios de infraestructura. No existe esa cultura. Lo más cómodo, lo más populachero, es protestar. Elevar la voz por los altos sueldos de los funcionarios y regidores, que en su mayoría tienen otra fuente de ingreso, incluso hasta más alta que la que cobran en el Ayuntamiento, que ya de por sí es alta.
Y es que el desarrollo de Ixtlán es circunstancial, tiene un origen histórico que no tiene que ver con el gobierno local, más bien con el paso de la carretera México – Nogales que parte por mitad a la cabecera. Eso y la diversidad de comercios, hoteles, festividades, ubicación geográfica (próxima a Guadalajara), y ser además cuna de hombres ilustres.
Un pueblo así puede sostenerse gracias a la educación que se merma afuera y se profesa con el corazón adentro, en la patria chica. Solo los ixtlecos más cercanos al emprendimiento, y alejados de la política hostil y ambiciosa pueden aportar a su crecimiento.
Los profesionales comprometidos con la gente humilde. Los comerciantes con visión para captar el gusto por sus servicios o mercancías. ¡Qué comuna con más variedad de restaurantes y cenadurías, fondas y marisquerías!
Los quejumbrosos siempre estarán apuntando con el dedo flamígero para decir que lo pueden hacer mejor, pero sin jamás poder demostrarlo, porque ningún gobierno, de ninguna índole, ha logrado la proeza de acabar con las enfermedades, la hambruna, y los males sociales.
Los partidos y facciones seguirán disputándose el poder, queriendo acabar con la desigualdad pero a su vez pretendiendo hacerse de más dinero a base de elevados impuestos. Y es que ningún gobierno funciona sin capital. Todos querrán el dinero – aunque sea de los ricos – el caso es que la corrupción nunca desaparecerá.
Empero, la esperanza es que algún día aquella imagen emblemática que se alza al oriente de Ixtlán, aquel rey coronado en el cielo y que abre sus manos hacia el pueblo, sea reconocido como tal aquí en la tierra para que cumpla la profecía de Daniel 2:44.
Discussion about this post