AHUACATLÁN.- La morosidad es un vicio que ha hecho mucha mella a este municipio y con mucha facilidad la gente aprende a eludir sus pagos o recurre al cada vez más agudo paternalismo y solicitar que sus cuotas sean mínimas, según lo explicó un funcionario de primer nivel del Ayuntamiento que preside el profesor José de Jesús Bañuelos Morales.
La prueba más latente – dice – se puede palpar en el Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado y en donde por lo menos el 40 por ciento de los beneficiarios del agua, son morosos; ello, aunado a que el 20 por ciento goza de alguna de las prerrogativas que otorgan las autoridades, contándose entre ellos a los miembros de la Tercera Edad, a los discapacitados, jubilados y pensionados.
Sin embargo, de acuerdo a la percepción, el problema no radica en que se apliquen descuentos o condonaciones parciales y totales, sino en que existen muchas tomas de las que se abastecen hasta tres o cuatro familias.
Todo eso, además de los usuarios que incurren en morosidad y en los que se incluyen a familias que radican fuera del municipio, ha ocasionado una disminución por captación de ingresos en el consumo de agua potable.
No han sido pocas las ocasiones en que se ha pensado en introducir medidores – como ocurre en muchas ciudades -; sin embargo, hay el temor de que los usuarios reaccionen en forma negativa, pues están acostumbrados a recibir el agua casi de manera gratuita.
De hecho este organismo se ve forzosamente obligado a recurrir a los subsidios municipales para poder liquidar deudas, como es el caso del pago de la luz eléctrica; pero hasta esto último se ha puesto difícil debido también a las limitaciones económicas del Ayuntamiento.
La fuente señaló que hay otros beneficiarios que han durado años sin pagar sus cuotas, pero admitió que no hay procedimientos para actuar en contra de estos; y que por el contrario, “hay descuentos para ponerse al corriente”.
De ésta manera, si una persona tiene dos o tres años sin pagar, simplemente gestiona el descuento y termina cubriendo únicamente la mitad o menos.
Algo similar ocurre con los contribuyentes del pago del Impuesto Predial y en donde la morosidad también alcanza el 30 o 40 por ciento; aunque ahora ya están aplicando medidas más severas para orillarlos a que cumplan con esta obligación fiscal.
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